50 metros

20/04/2024

A 50 metros de la nada. Ayer me llegó una foto aérea y aún me sigue impactando como el primer día. 19 de septiembre, un domingo impregnado en la retina de todos los palmeros. Una erupción que solo vomitaba dolor. Familia, amigos y vecinos, muchos lo perdieron todo.

85 días duró la mierda esa. Un odio e impotencia que nunca había sentido antes. La peor pesadilla. Un duelo en vida sobre algo más que un terreno y una casa. La esperanza de que tus recuerdos no los absorba la lava. Un volcán de más de un kilómetro de respeto y dudosa admiración. Unos barrios arrasados por su velo negro. Ahora solo queda malpaís.

Cierro los ojos y recorro cada una de las curvas desde mi portal hacia una playa que ya no existe, a Los Llanos o para pasar la cumbre. Tres rutas cotidianas interrumpidas por la cruel realidad. Ahora es cuando recuerdas esos vídeos que debiste hacer, esas imágenes perdidas en móviles y portátiles rotos. Vuelvo a pestañear lentamente y respiro esa pachorra en la carretera propia de los palmeros. Para qué correr si en menos de diez minutos estás en la ciudad. Quizás por esa calmita, te daba tiempo a observar. Echo de menos hasta su último ceda el paso, a esa mujer que iba a caminar a las once con su perro medio cojo, a ese trabajador echándose el barraquito en su descanso, o algún vecino en la marquesina de Todoque con cara de que llega tarde y lo recogías para que se ahorrase la guagua. La vida.

Uno que se acostumbra a todo no debe dejar que el ritmo frenético de nuestra rutina nos insensibilice. Sentarse, abrir el libro de la memoria y soñar con el pasado no solo es necesario sino un signo de respeto. A nuestra historia, a nuestra gente y a nuestro barrio sepultado en minerales.

Lunes 13 de diciembre de 2021. El monstruo dejó de rugir. Han pasado más de dos años (859 días exactamente) y mucha gente sigue sin hogar o malvive. Los medios se centran en «lo que toca» y al ciudadano ajeno le parece que eso fue hace una eternidad. Pero aún queda una fisura en cada uno de nosotros que nunca sellará. Una cicatriz a medio curar cuyo protagonista te lo encuentras cada mañana al abrir la ventana. Eso si tienes una.

A 50 metros se quedó mi hogar de mascar la tragedia. Un privilegio del azar que no termina de reconfortar. Alivia pero duele. Todo ha cambiado. A todos nos ha cambiado. Veníamos de una pandemia, luego un incendio y a los meses ésto. En una población interconectada, hasta el que vivía en la otra punta de la isla sufrió por el maldito volcán.

La estromboliana salud mental se habla pero no se previene. Aún queda toda una pelea interna que resolver. De las cenizas del Tajogaite no salió un Fénix, sino un gallo. Nuestro símbolo de reconstrucción, solidaridad, lucha y unión.

Escaparemos. Recuerden que siempre “Hay tiempo de comer, hay tiempo de comer sin problema”.

Ayoze Paz

El regalo de la ficción

01/01/2022

Recuerdo perfectamente el día que mataron a Papá Noel. Fue en el patio del colegio, ese lugar en el que se descubren las primeras tristezas de la vida. Me dieron la noticia con esa malicia del que se sabe superior por saber una verdad doliente. Al llegar a casa me lo confirmaron. Con ello murió también algo de la niña que era. Lo único que se me ocurrió para pasar la pena fue mirar por la ventana. Me descubrí escudriñando el cielo para ver si veía alguna sombra que pudiera alimentar mi fantasía, pero la herida ya estaba hecha y fui lanzada a una vida sin magia.

La infancia deja la melancolía bajo el árbol. Con sus manos cogemos los recuerdos y los desenvolvemos igual que un regalo; con la ilusión de volver a ellos, con pena por su lejanía y sin revolverlos demasiado. Escribo esto desde el privilegio de hincharme a comer en Navidad bien acompañada y a la vez pienso en la novedad con la que nos sorprende la pandemia este año: la soledad de los nuevos contagiados, que deben confinarse y no cenar con los suyos en estas fiestas.

Podríamos decir que la ficción es la magia de la vida adulta porque ella representa la ventana a la que nos asomamos cuando necesitamos fantasía. Compramos tiempo en streaming para huir de nuestros problemas. Con toda seguridad esos contagiados de ómicron, víctimas de pésimas políticas sanitarias, se agarrarán a la cultura durante sus confinamientos. Ya aprendimos la lección cuando el mundo saltó por los aires: la sanidad es primordial, pero también nos cura y nos salva leer cómics, libros, ver películas o escuchar música. Con ellos pasamos el encierro de forma más agradable. Es como la familia a la que vuelves una y otra vez en estas fechas, es una casa habitada, es la sensación de ver tu película favorita cien mil veces, el olor de los viejos cómics que cogiste cuando visitaste a tus padres o la canción que tarareas mientras recuerdas la última fiesta en la que pudiste restregarte con alguien.

La historia de Papá Noel es uno de los primeros relatos de ficción que escuchamos en nuestra vida. Nos traslada a un mundo de felicidad que reconforta y da calidez, sin embargo estuve mucho tiempo enfadada con estas fiestas. La Nochebuena me traía el dolor de la diáspora familiar y celebrarla en Madrid a solas con mis padres hacía que me consumiera en la nostalgia. Ahora con mis sobrinas pululando de aquí para allá regalándonos shows de baile con sus duendes de peluche, todo es distinto, pero aún así me sigue sin gustar la Navidad. Odio haber descubierto la mentira que arruinó mi fantasía de niña. Aquel día no asesinaron a Papá Noel, en realidad la mataron a ella, a esa pequeña a la que le gustaba la magia y la buscaba con todas sus fuerzas. Pienso que es una crueldad tremenda el hecho de que los adultos solo se pongan de acuerdo una vez y sea para salvaguardar un engaño. Quizás sea esa la razón por la que una vez fallecida la ilusión, empezara a buscar mi propia ventana en la que asomarme. Miré al cielo, encontré a la ficción y lo celebré, porque aunque sea una dama mentirosa nos permite aceptar y celebrar nuestras propias vulnerabilidades viéndolas en el otro. La fantasía no es más que un ejercicio de mirada interior para los y las autoras, quienes transformamos el espejo en ventana y compartimos aquellas heridas que nos dejaron para convertirlas en magia. Ese es nuestro regalo para el mundo.

Carla Berrocal

Cómo criarse en el pueblo más frío del planeta

27/11/2021

Yakutia – Siberia

Kiun B creció en Yakutia, con temperaturas que llegan a los -71ºC.

Aquí nos explica cómo es el día a día de la población durante el gélido invierno.

Los ojos del volcán

26/10/2021

Por las noches, cuando duermo, lloro el volcán.


Las lágrimas que salen a veces, borboteando, desprendiéndose de un cráter más humano y
menos fuerte.


Las lágrimas cuando salen destrozan la piel de las mejillas, queman, incandescentes como la lava
del volcán.


Todos los días cuando amanezco pienso en mi jardín. Cuando a veces por las mañanas salía con
la taza de café a la mesa de madera, veía al Guanche acostado, le agradecía su protección y
respiraba el sabor de un nuevo día en la isla bonita.


Mi madre, bajando hacia mí con la bandeja de su buen desayuno, sonriendo, sabiendo que
comenzaba su momento favorito. Tostadas de higo y mantequilla.


Es difícil sentir lo que se vive cuando creces en un lugar como La Palma. Rodeada de la emoción
del vivir. Rodeada de pinos, laurisilva y lava.


Lava antigua y ahora nueva.


Mis padres me vieron crecer entre líquenes viejos de nuevos suelos oscuros. Entre los lagartos
que asoman por sus coladas. Mis padres crecieron viendo como mi hermano y yo jugábamos
entre el recuerdo de un volcán.


Muchas veces me he preguntado si algún día podré estar tan enamorada de algo como lo estoy
de mi tierra. Si algún día llegaré a algún lugar del mundo, posaré mis trapos y diré: “Sí, este es
mi sitio”. Muchas son las veces que me he imaginado en mil paisajes, lejos de mi casa, creando
una vida nueva. Y ahora solo quiero volver. Volver a La Cerca, abrazarla y pedirle que no se
marche. Que aguante con nuestros recuerdos dentro y nos proteja. He imaginado mi casa sola,
con miedo a no ser habitada nunca más y con el corazón roto de no volver a sentir a la familia
que con amor la construyó.


La Palma es el lugar más bonito de la tierra, eso lo saben los Palmeros, lo sabe Todoque, La
Laguna y todo aquel que haya prestado atención a sus montes, su mar y su gente.


La Palma es el lugar donde todos vuelven a inspirar profundo, coger fuerza para lo que se viene,
y volver a sus vidas después.


La Palma es el refugio de los que están siempre y de los que van y vuelven.


En La Palma habita El Valle de Aridane, por el que bajan los alisios, y desbordan fríos las laderas.


En la Palma quisiera yo crecer hasta el siguiente volcán, y mirar siempre con fuerza a Cumbre
Vieja.


Claudia Paz García


24/10/21

TAJOGAITE

25/10/2021

TAJOGAITE

Rey de Reyes en tu trono,
pájaro de fuego,
comedor de sueños.

Montañas doradas,
súplicas de amor eterno,
volcán de lágrimas negras.

Acariciando vas las laderas
dejando esculturas de sufrimiento,
rojo es tu camino,
abrazos falsos,
repartidor de miedos.

Rey de Reyes en tu trono,
pájaro de fuego,
comedor de sueños.

Libre vas hacia la mar
con aires de grandeza,
cementerio de colores.

Rey de Reyes en tu trono,
pájaro de fuego,
comedor de sueños.

En tu final no habrán flores,
ni despedidas,
ni abrazos,
ni duelos.

Ahí estarás solo con tu orgullo,
Rey de Reyes.

Néstor Paz
30-09-2021

A slug’s abode

03/05/2021

Timelapse realizado con 5000 fotografías infrarrojas de un total de 20.000.

– Por Txema Ortiz-


Utilizando filtros y captando las distintas tonalidades de Rojo-Naranja-Amarillo dependiendo de la luz del sol que incide sobre la vegetación, creó una atmósfera diferente.


Rodada íntegramente en diferentes localizaciones de Navarra durante varios meses entre otoño e invierno de 2020.

«Aralar, Belagua, Isaba, Guendulain, Urbasa,Bertiz,Valle de Arce, Fabrica de armas de Eugui, Xorroxin,….»

Save Your Tears

29/04/2021

The Weeknd & Ariana Grande (Remix)

Miedito o qué?

09/12/2020

Artista: Ovy on the Drums + Danny Ocean + Karol G.

Bebé

04/12/2020

Artista: Camilo ft. El Alfa.

Hoy

26/11/2020

Artista: Residente